3 de junio de 2011

Desde algún lugar que no tengo constancia

Con dedicatoria especial

Espero leas esto antes de que mi locura me carcoma.

Llevo más de medio año recorriendo caminos y lugares sin nombre, sin ubicación geográfica, sin Dios y sin patria. Heme aquí, en la misma condición mísera de un ser humano, sin encontrar lo que perdí, sin saber lo que perdí. De mi viaje solo me quedan los recuerdos tristes, las malas aventuras de un caballero hidalgo, los tragos malos, las putas baratas y los lugares a los que nunca regresare. Quería desearte lo mejor, no sé si esta carta llegara a tus manos. Pensare tal vez en aquellos momentos en que te conocí, pero ahora mi viaje me dice que debo seguir, encontrar lo perdido seguirá siendo mi meta. Andar por caminos que no existen, por lugares olvidados en los recuerdos literarios de la inmensa literatura humana, soñar despierto con molinos de vientos y por viajes al infierno. Desde ya, he pensado en el final, podrá este ser mi último viaje y encontrare la paz. Solo Dios sabe lo que será de mí; si seguiré viviendo y tendré la oportunidad de besarte de nuevo o si es mi destino perecer en este viaje irreal. Solo deseo que recuerdes que cada vez que el viento sople es un susurro mío que profesa amor por ti, aunque no sepa que es amor.


De esta forma me despido, tratare de comer algo y de embriagarme para no sentir dolor.



Mi alma entera para ti…

Lestat VonTrier.

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