Una mala noticia.


Caminar, parar, caminar. Que mal viaje.
Eran más de las 7 p.m. y ella como siempre se tardaba toda una eternidad para arreglarse. Yo como siempre viendo la televisión en calzoncillos, un mal programa tras otro. Decidí salir de la habitación y fumarme un pucho, el mundo se ha construido bajos grandes decisiones; agarre mi viejo jean, me lo puse y derecho al lobby a fumar.
Era una noche fría como todas en la capital abatida de un país desesperado. Gentes pasaban junto a mí ¿tal vez sabrán que soy un mísero forastero en una ciudad que odio? Pensé. Agarre un cigarro, lo llevé a mi boca y lo encendí. Todo transcurría normal, los carros pasaban, la luna ilumina y yo como siempre pensando en que forma me podría cagar en el mundo.
Un hombre se me acerco y me miro a los ojos, era gordo, calvo y lucia mal.
-Señor ha ocurrido algo trágico.
-Perdió la mecha.- Respondí en tono burlón.

El hombre me miró con algo de rabia, tomó aire y respiró.

-Una bomba sacudió el lugar donde ustedes tenían la reunión.-Dijo el hombre en tono seco

Saqué otro cigarrillo de mi chaqueta, lo encendí y mira a la cara del hombre mientras fumaba del cigarro.

-Bien, no tendré que ir a esa reunión – Dije mientras miraba la cara del hombre.- Por hoy solo me dedicare a culiar.

Tiré el cigarrillo al suelo y subí a mi habitación mientras el viejo regordete miraba con enojo mi desinteresada actitud.

Comentarios

Anónimo dijo…
wali jejejeje, esta desparchado este... un abrazo

Entradas populares