Una idea que me llego después de un fin de semana de relax… ojala les guste.
Un feliz recuerdo.
El sonido de un disparo retumba en la habitación, mientras el cuerpo del hombre cae fuertemente al piso. Sus ojos se ven grandes, totalmente dilatados y en su cara se dibuja una sonrisa irónica. Ahora el solo piensa en lo feliz que fue en sus últimos días de vida, irónicamente alcanzo la felicidad después de haber soportado toda una desdichada existencia. Recuerda poco a poco como su mala suerte no lo dejo disfrutar de esa felicidad que no alcanzo a gozar con plenitud. La recuerda a ella, ese niña hermosa que conoció hace menos de tres semanas, esa jovencita que le enseñó lo que realmente es el amor, como miró su sonrisa aquel amanecer de un jueves en las orillas del océano Pacifico. Conmemora como durmió la noche pasada, donde logro conciliar el sueño, cosa que no sucedía desde los días de su niñez. Ahora el piensa en ella, aquella niña que el deseaba hacer su mujer, esa diosa que le devolvió las ganas de seguir viviendo y de soñar… Pero aquella niña que de improvisto disparó contra su corazón. Recuerda aquella caminata por el centro un día de lluvia, donde junto a ella solo disfrutaban del diluvio sin importar las miradas burlonas de los transeúntes. Todo esos son sus últimos recuerdos, solo momentos de felicidad. Una pequeña lágrima resbala por la mejilla del que ahora esta muriendo. Su corazón da un último latido mientras en su mente se repite la frese: Dios acaba de morir.
Un feliz recuerdo.
El sonido de un disparo retumba en la habitación, mientras el cuerpo del hombre cae fuertemente al piso. Sus ojos se ven grandes, totalmente dilatados y en su cara se dibuja una sonrisa irónica. Ahora el solo piensa en lo feliz que fue en sus últimos días de vida, irónicamente alcanzo la felicidad después de haber soportado toda una desdichada existencia. Recuerda poco a poco como su mala suerte no lo dejo disfrutar de esa felicidad que no alcanzo a gozar con plenitud. La recuerda a ella, ese niña hermosa que conoció hace menos de tres semanas, esa jovencita que le enseñó lo que realmente es el amor, como miró su sonrisa aquel amanecer de un jueves en las orillas del océano Pacifico. Conmemora como durmió la noche pasada, donde logro conciliar el sueño, cosa que no sucedía desde los días de su niñez. Ahora el piensa en ella, aquella niña que el deseaba hacer su mujer, esa diosa que le devolvió las ganas de seguir viviendo y de soñar… Pero aquella niña que de improvisto disparó contra su corazón. Recuerda aquella caminata por el centro un día de lluvia, donde junto a ella solo disfrutaban del diluvio sin importar las miradas burlonas de los transeúntes. Todo esos son sus últimos recuerdos, solo momentos de felicidad. Una pequeña lágrima resbala por la mejilla del que ahora esta muriendo. Su corazón da un último latido mientras en su mente se repite la frese: Dios acaba de morir.
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